VAYA SABADO….

Esta vez no voy a criticar ni a poner a caer de un burro a nadie, esta vez va a salir la parte sensible que todos llevamos dentro.

Resulta que durante el fin de semana aparte del descanso semanal y las copas con los amigos han sucedido dos hechos que no por pasar en un plano cercano son excepcionales.

Durante la mañana del sábado recibo la llamada de un amigo comunicándome que otro amigo común (bueno su mujer) estaba dando a luz en el hospital de Valdepeñas, noticia que por supuesto no llena de alegría y esperanza por un lado y de temor y desconcierto por otro, la alegría pues es lógico la llegada al mundo de un ser al que sus padres cuidaran con cariño, esfuerzo y amor de padres, y desconcierto precisamente por lo mismo por la llegada a este mismo mundo en el que todos vemos como esta la situación en general, tampoco hace falta puntualizar en algo concreto.

Aun así tenemos que dar gracias a Dios porque tanto la madre como el bebe están bien, así como el padre.

En esta misma mañana de sábado y un rato más tarde de lo anteriormente relatado recibo otra llamada de un amigo la cual me comunica la muerte de un familiar de un amigo común, también en el hospital de Valdepeñas. Ya digo que la situación no es excepcional porque imagino por suerte (por una parte), y por desgracia (por la otra) que se dará con cierta asiduidad.

Pero te paras a pensar en lo que esta puñetera vida tiene y en las coincidencias tanto de fechas como de lugares, por un lado en la planta de maternidad todo es felicidad y sufrimiento dirigido a dar vida, y en otra planta del mismo edificio apenas a unos metros de distancia todo se torna amargura y sufrimiento por la perdida de un ser querido.

La desgracia de unos contra la felicidad de otros separadas por una línea tan pequeña como la que separa la vida y la muerte.

ENHORABUENA A LA RECIENTE PATERNIDAD Y MI MAS SENTIDO PESAME A LA FAMILIA QUE HA PERDIDO A UNO DE LOS SUYOS.